Condenan a 8 agentes DINA por la desaparición de profesor de música del Liceo Darío Salas

El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Hernán Crisosto Greisse, dictó –el martes 10 de noviembre– sentencia en la investigación que sustancia por el secuestro calificado del profesor de música del Liceo Darío Salas, Arturo Barría Araneda, ilícito perpetrado a partir del 28 agosto de 1974, en la Región Metropolitana. Víctima que forma parte de la denominada “Operación Colombo”.

En la resolución, el ministro de fuero condenó a penas de 13 años de presidio efectivo, en calidad de autores del delito, a los ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA):

  • César Manríquez Bravo
  • Pedro Octavio Espinoza Bravo
  • Raúl Eduardo Iturriaga Neumann

 

En tanto, deberán purgar 10 años, también en calidad de autores:

  • Orlando José Manzo Durán
  • Manuel Heriberto Avendaño González
  • Alejandro Francisco Astudillo Adonis
  • Demóstenes Eugenio Cárdenas Saavedra

 

Asimismo, el ministro Hernán Crisosto aplicó la pena efectiva de 3 años y un día, en calidad de cómplice, al ex integrante de la DINA Luis Humberto Pavez Parra.

En tanto, resultaron absueltos por falta de participación en los hechos: Gerardo Ernesto Godoy García, Alejandro Francisco Molina Cisterna, Samuel Enrique Fuenzalida Devia, Máximo Ramón Aliaga Soto, Gustavo Galvarino Carumán Soto; Juan Evaristo Duarte Gallegos, Carlos Enrique Letelier Verdugo, Herman Eduardo Ávalos Muñoz, Raúl Bernardo Toro Montes, Alfonso Humberto Quiroz Quintana, Héctor Raúl Valdebenito Araya, José Stalin Muñoz Leal, Gerardo Ernesto Urrich González, Julio José Hoyos Zegarra, Silvio Antonio Concha González, José Mario Friz Esparza, Luis Rigoberto Videla Inzunza, Jorge Segundo Madariaga Acevedo, Teresa del Carmen Osorio Navarro, Ricardo Víctor Lawrence Mires, Ciro Ernesto Torré Sáez, Manuel Andrés Carevic Cubillos, Basclay Humberto Zapata Reyes, Rosa Humilde Ramos Hernández, Pedro René Alfaro Fernández, Luis René Torres Méndez, Rodolfo Valentino Concha Rodríguez, Juan Angel Urbina Cáceres, Jerónimo del Carmen Neira Méndez, Luis Fernando Espinace Contreras, Palmira Isabel Almuna Guzmán, Leonidas Emiliano Méndez Moreno, Juan Ignacio Suárez Delgado, Raúl Alberto Soto Pérez, José Jaime Mora Diocares, Víctor Abraham González Salazar, Eugenio Jesús Fieldhouse Chávez, Daniel Valentín Cancino Varas, Jaime Humberto Paris Ramos, Juan Carlos Escobar Valenzuela, Pedro Segundo Bitterlich Jaramillo, Luis Eduardo Mora Cerda, Juvenal Alfonso Piña Garrido, Osvaldo Octavio Castillo Arellano, Víctor San Martín Jiménez, Reinaldo Alfonso Concha Orellana, Fernando Enrique Guerra Guajardo, Guido Arnoldo Jara Brevis, Hugo Hernán Clavería Leiva, Carlos Enrique Miranda Mesa, Víctor Manuel Álvarez Droguett, Víctor Manuel Molina Astete, Olegario Enrique González Moreno, Miguel Ángel Yáñez Ugalde, Miguel Krassnoff Martchenko y Héctor Carlos Díaz Cabezas.

Los hechos

En la etapa de investigación, el magistrado Crisosto Greisse logró acreditar la siguiente secuencia de hechos:

-Que el 27 de agosto de 1974, Arturo Barría Araneda, quien era profesor de música en el Liceo Darío Salas de Santiago y militante del Partido Comunista, fue citado por el interventor militar de dicho recinto educacional, a la Escuela de Suboficiales del Ejército, ubicada en calle Blanco Encalada con San Ignacio, junto a otras dos profesoras y un alumno, por haber supuestamente participado en manifestaciones políticas durante el funeral de un alumno del liceo en el Cementerio General;

-Al día siguiente, 28 de agosto, Barría Araneda concurrió a la Escuela de Suboficiales del Ejército, acompañado de testigos, lugar donde se le priva de su libertad para, posteriormente, ser enviado al Comando de Institutos Militares, y después al recinto clandestino de detención de la DINA denominado “Cuatro Álamos”, ubicado en calle Canadá N° 3000, que era custodiado por guardias armados y al que solo tenían acceso los agentes de la DINA;

-Que el ofendido Barría Araneda durante su estada en los cuarteles de Cuatro Álamos permaneció sin contacto con el exterior y, en una oportunidad, fue sacado por el agente Osvaldo Romo Mena para ser interrogado en Villa Grimaldi, siendo devuelto el mismo día a “Cuatro Álamos”;

-Que la última vez que la víctima Barría Araneda fue visto por otros testigos en el recinto de “Cuatro Álamos”, ocurrió un día no determinado de septiembre de 1974, encontrándose actualmente desaparecido;

-Que el nombre de Arturo Barría Araneda apareció en un listado de 119 personas, publicado en la prensa nacional luego que figurara en una publicación de la revista “O’DIA” de Brasil, de fecha 25 de junio de 1975, en la que se daba cuenta que Arturo Barría Araneda había muerto en Argentina, junto a otras 58 personas pertenecientes a grupos de izquierda, a causa de rencillas internas suscitadas entre esos miembros, y

-Que las publicaciones que dieron por muerto a la víctima Barría Araneda tuvieron su origen en maniobras de desinformación efectuada por agentes de la DINA en el exterior.

 

 

Fuente: Poder Judicial de Chile


Memoria Viva

Arturo Barría Araneda. Desaparecido

Arturo Barría Araneda, 38 años, soltero, Profesor de Música, militante del Partido Comunista, fue detenido el 28 de agosto de 1974 cuando se presentó -junto a otros tres colegas y un alumno del Liceo Darío Salas- a la Escuela de Suboficiales del Ejército, luego que fuera citado por el Rector Delegado de ese establecimiento educacional, Capitán Luis Pavez.

Esta citación se debió a que el día 26 de agosto de ese año se realizaron los funerales de un alumno del Colegio, en donde se había cantado “La Internacional” y gritado consignas políticas. El Capitán Pavez fue informado de estos hechos por la Directora del Liceo y el Inspector Paradocente Mario. Por tal razón, citó verbalmente a los profesores Nieves Piedad Pizarro del Río, Rosa Amelia Camacho Parra y la víctima, más el alumno de 4° Medio de ese Liceo, Roberto Meneses Gaete, para presentarse ese día, a las 14:30 horas, al recinto militar indicado anteriormente.

Los afectados concurrieron a la Escuela de Suboficiales tal cual les fue ordenado, donde fueron interrogados separadamente por el mismo Capitán Pavez y otro Oficial.

Alrededor de las 18:00 horas, les fue comunicado a los acompañantes que los cuatro requeridos serían trasladados al Comando de Institutos Militares, ubicado en las dependencias de la Escuela Militar en Apoquindo con Vespucio.

En este lugar fueron recibidos por un General de apellido Hidalgo, el que les señaló que serían interrogados y en seguida liberados, dado que el hecho que se les atribuía no tenía mayor gravedad.

Sin embargo, no fue así, ya que el Comandante encargado de interrogarlos los envió a la Escuela de Telecomunicaciones, donde pasaron la noche. Al día siguiente, 29 de noviembre, fueron conducidos nuevamente al Comando de Institutos Militares -esta vez iban esposados- donde fueron interrogados e incomunicados entre sí. Permanecieron en el subterráneo de este recinto hasta alrededor de las 21:00 horas, luego de lo cual fueron sacados violentamente, se les vendó la vista y los trasladaron a un lugar desconocido, antes de lo cual alcanzaron a escuchar que eran transferidos a la DINA.

En Cuatro Alamos, el profesor Barría y el alumno Meneses fueron ubicados en la Pieza N°13, donde también se encontraban otros presos.

Días después, el 4 de septiembre, los cuatro fueron sacados de este lugar y trasladados a un recinto secreto de la DINA, vendados, donde fueron interrogados, regresando a Cuatro Alamos en horas de la noche. Según él mismo contó a Juan Ramírez ex detenido con el que compartió en Cuatro Alamos el interrogatorio versó sobre un viaje que había efectuado a Cuba años antes, donde había participado en cursos relacionados con su profesión. Según Ramírez, Arturo Barría fue sacado en dos oportunidades a interrogatorios.

Según el testimonio de otra prisionera, María Antonieta Castro, en septiembre de 1974 ella vio a la víctima en Villa Grimaldi muy torturado. Es posible que se trate de una de las veces en que fue sacado a los interrogatorios.

El 12 de septiembre, el joven Roberto Meneses fue dejado en libertad y las mujeres fueron traspasadas a Tres Alamos, donde permanecieron varios meses recluidas y posteriormente dejadas en libertad.

Entre los prisioneros que recuerdan la estadía del profesor Barría en Cuatro Alamos, además del ex dirigente sindical de MADECO Juan Ramírez, se encuentran Cristián Van Yurick, Manuel Salinas, Mario Aguilera y Blanca Rosa Bustos.

Aguilera y Ramírez expresan que Barría formó un Coro con los presos y participaba en los shows que hacían, con autorización de los guardias. En una ocasión, este Coro cantó en el pasillo para las detenidas. Blanca Bustos recuerda haber escuchado en una oportunidad que alguien cantaba el Ave María de Schubert y que las otras prisioneras le contaron que quien cantaba era Arturo Barría.

Tanto Aguilera como Ramírez coinciden también en señalar que guardan un grato recuerdo de la víctima, quien se destacaba por su cordialidad, su orden y una actitud protectora y levantadora de ánimo hacia su alumno Roberto Meneses hasta que éste salió libre.

Mario Aguilera manifiesta que Arturo Barría fue sacado de Cuatro Alamos, junto a otros prisioneros, el 30 de septiembre de ese año y nunca más volvió a saber de su persona. Esta fecha coincide con la señalada por las profesoras detenidas con él, como la última vez que tuvieron comunicación con su colega. Familiares suyos recibieron una tarjeta postal, fechada el 8 de enero de 1975, enviada desde el Balneario de Quinteros, según timbre de Correos y lo indicado en la misma tarjeta. La escritura adolece de errores ortográficos y firma “Arturín”, apelativo con que llamaban amigos y familiares al afectado.

En julio de 1975, su nombre apareció en una nómina de 119 chilenos muertos en Argentina, según información publicada por el periódico brasileño “O’DIA” y la revista argentina “LEA”. Los medios de prensa que publicaron esta falsedad no eran conocidos en sus países y sólo salieron a la luz pública en esa oportunidad, con el indudable objetivo de propagar esta infamia.

 


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