Betancourt está condenado a presidio perpetuo por el crimen de los profesores y militantes del Partido Comunista Manuel Guerrero, Manuel Parada y Santiago Nattino, asesinados tras ser detenidos en marzo de 1985 en el marco del mencionado caso.
Su estrategia judicial pretendía dejar sin efecto la decisión de la comisión de libertad condicional que rechazó otorgarle el beneficio penitenciario, debido a que su informe psicológico no dio cuenta de que no tiene consciencia del daño causado.
El hijo de una de las víctimas, Manuel Guerrero, valoró el fallo y declaró que “se ha actuado de la manera correcta bajo el imperio de la ley y como tema de fondo nos parece que se deben dar señales muy claras y categóricas de que los violadores de derechos humanos, que además no muestran arrepentimiento, que no han cooperado con la justicia, es decir, no muestran una consciencia del daño y del mal causado, y no se han puesto a disposición para resolver otras causas de derechos humanos, no deben recibir los beneficios carcelarios”.
Además, la bancada de diputados del Partido Comunista presentó un recurso de protección ante la Corte Suprema para oponerse a la libertad condicional que obtuvo el ex agente de la Dicomcar, Alejandro Sáez Mardones, también condenado por el “caso degollados”.