Un comunicado de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Irak (UNAMI, por sus siglas en inglés) manifiesta que “el actual conflicto en Irak está llevando una pesada carga sobre los ciudadanos más vulnerables del país – sus niños”.
“En un incidente, el 26 de noviembre, ocho niños resultaron muertos y seis heridos durante una operación militar en la aldea de Al Halabsa, cerca de la ciudad de Faluya. La mayoría de los niños eran menores de 10 años. El incidente ocurrió en la noche, cuando la gente probablemente estaba en sus hogares. La ONU está verificando otros 15 incidentes registrados en octubre y noviembre durante ataques contra zonas civiles en Faluya, en todas las partes en el conflicto. UNAMI y Unicef siguen estando muy preocupados por la seguridad de los niños iraquíes que continúan sufriendo los efectos de las hostilidades en todo el país. Las operaciones en curso en Ramadi, Mosul, Tala’afar y otras zonas afectadas por el conflicto en Iraq aumentan el riesgo de graves y adicionales violaciones a los derechos del niño.
“Desde el inicio de 2015, un total de 189 niños iraquíes han perdido la vida y otros 301 han resultado heridos debido al conflicto en Iraq“.
El nuevo enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Irak, Jan Kubis y el representante de la Unicef en Irak, Peter Hawkins, dijeron en el comunicado conjunto de ayer jueves que “el actual conflicto en Iraq está llevando una pesada carga sobre los ciudadanos más vulnerables del país – sus niños”, agrega asimismo que “cientos de menores iraquíes se han visto además privados de acceso a los servicios básicos de salud y de educación en las regiones afectadas por ataques a escuelas y centros médicos”.
Finalmente, señala el texto que “UNAMI y Unicef instan a todas las partes en el conflicto a respetar los principios de proporcionalidad y distinción en el curso de las operaciones militares, para proteger a los niños y otros civiles de los efectos de la violencia en la mayor medida posible, y a respetar el carácter civil de escuelas y centros médicos.
Fuente: Unicef UK