Los diputados Camila Vallejo (PC), Giorgio Jakson (Ind) y Gabriel Boric (Ind) enviaron una carta al director en El Mercurio donde explican las consecuencias de una eventual firma del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, más conocido como TPP, por el Gobierno de Chile.
Señor Director:
Desde hace años que Chile ha abierto sus puertas al comercio y a la inversión con otros países. Esto tiene consecuencias de todo tipo, algunas mejores y otras peores. Así, el acceso a algunos bienes supuestamente se hace más barato, mientras que, sin debate de por medio, profundizamos una economía principalmente extractiva, con escasa industria nacional. Así se ha ido configurando una política exterior neoliberal.
El TPP profundiza esto, pero a la vez tiene un alcance político mucho mayor. No solo regula aranceles aduaneros o reglas sobre ingreso de divisas. Como si esto fuera poco, se inmiscuye en la regulación de servicios financieros, empresas del Estado, compras públicas, regulación ambiental, laboral y de las telecomunicaciones. Pero además de todo lo anterior, es un tratado con consecuencias geopolíticas, que determinará quiénes son nuestros “aliados preferentes”, en este caso: Estados Unidos y el Asia-Pacífico sin China, en vez de otros países latinoamericanos, por ejemplo.
Dada su relevancia, la política exterior de Chile no puede darse a espaldas de la ciudadanía y el Parlamento. Menos aún cuando tiene implicancias para los derechos sociales de los chilenos y consecuencias no premeditadas en la región. Sin ir más lejos, los antecedentes con los que contamos sobre el efecto de este tratado en la salud pública, confirman nuestros peores temores: nuestros derechos sociales sí se verán afectados.
Los firmantes declaramos nuestra oposición a que la firma de este acuerdo por parte del Gobierno signifique una aprobación sin más: sin debate público, sin posibilidad de excepcionarse de las normas perjudiciales y sin análisis de las consecuencias en todo ámbito.
Gabriel Boric
Giorgio Jackson
Camila Vallejo