Villa Grimaldi; violación a los derechos morales.

 

(Por Nicole Sandoval Cañas)

“La Torre, ubicada en el extremo sur-oriente del Parque, corresponde a la reconstrucción de la antigua torre y depósito de agua que surtía a la propiedad de Villa Grimaldi para su riego, y que durante el período en el que funcionó el Cuartel Terranova, fue acondicionada para mantener prisioneros en régimen de aislamiento”

Villa Grimaldi es una extensa propiedad ubicada en la comuna de Peñalolén, en la ciudad de Santiago de Chile. La propiedad fue utilizada como campo de concentración y tortura en la dictadura de Augusto Pinochet, rebautizándose como el Cuartel Terranova. El centro empezó a funcionar a finales de 1973, se estima que unas 5.000 personas humanas pasaron en algún momento detenidas, de ese total 18 fueron ejecutados y 211 como detenidos desaparecidos hasta el día de hoy.

La persecución estuvo dirigida contra militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), del Partido Socialista de Chile (PS) y del Partido Comunista. Uno de los más destacados prisioneros de este recinto fue Carlos Lorca Tobar, diputado socialista y la Presidenta de la República Michelle Bachelet junto a su madre, Ángela Jeria.

Actualmente Villa Grimaldi y otros recintos que fueron utilizados como campos de concentración, funcionan como museos de memoria, para recordar a las víctimas que fueron torturadas y asesinadas. Se educa sobre la violación a los derechos humanos y los sucesos que conllevaron a la detención de las victimas.

En el desarrollo de este tema, tengo la intención de abordarlo a través de la filosofía de los derechos animales, para tratar algunas cuestiones que han sido ignoradas o no deducidas a causa del sesgo emocional o cultural.

 

Las violaciones a los derechos humanos en Villa Grimaldi y en los demás campos de concentración, es una cuestión de derechos animales, una violación a los derechos morales fundamentales. 

La filosofía o teoría de los derechos animales establece que todos los animales (humanos y animales no humanos) con capacidad de sentir, tienen derechos morales intrínsecos que deben ser respetados. Existe un derecho fundamental para todos los seres sintientes; el derecho a no ser tratado como propiedad. Este derecho es fundamental, porque cualquier otro interés (a la vida, libertad, etc.) tendrá conflicto con los intereses del propietario.

Se distinguen cuatro intereses básicos en todos los animales con capacidad de sentir:

1) El interés por la vida

2) El interés por la libertad

3) El interés por la integridad física

4) El interés a no ser sometido a la voluntad de otros (propiedades, esclavos, mercancías, medios, etc.)

Estos intereses se traducen en derechos morales (derecho a la vida, derecho a la integridad física, etc.), son una clase de derechos que existen independientemente de la cultura, especie, situación económica, sexo, ubicación geográfica o cualquier otra característica irrelevante.

Las únicas personas que pueden respetar estos derechos morales, son los agentes morales, personas con una inteligencia que les permite razonar acerca de la moralidad de sus actos, por tanto, pueden ser responsables de lo que hagan. Existen personas que no son agentes morales (agentes amorales); los bebés, animales no humanos, humanos con discapacidad mental o humanos seniles. No pueden ser responsables de sus actos, porque no pueden razonar moralmente.

 

La cuestión de los derechos morales 

Los derechos humanos son en realidad derechos legales, pueden coincidir con los derechos morales, pero no son lo mismo. En este breve texto resumido y traducido del autor Tom Regan, especializado en la teoría sobre los derechos animales, nos explica esta importante diferencia:

“Los derechos legales son libertades o protecciones que tienen los individuos debido a que las leyes se los otorgan. Por ejemplo, los ciudadanos norteamericanos que tienen dieciocho años, o más, tienen el derecho al voto. Es evidente que los derechos legales no aparecen por sí mismos sino que son creados por la ley; mediante dos maneras distintas: debido a los caprichos de un déspota, o debido la voluntad de una asamblea democráticamente elegida. Por tanto, una de las características definitorias de los derechos legales es que son hechos por los seres humanos; y del mismo modo, los humanos pueden también deshacerlos.

Esto nos conduce a otra característica definitoria: los derechos legales varían según el país, y también varían con el tiempo dentro del propio país. Por ejemplo, el derecho que tienen los ciudadanos norteamericanos a la libertad de religión y el derecho a ser juzgados por un jurado no son derechos universales a todas las naciones. Y el derecho al voto que tienen negros y mujeres actualmente en los Estados Unidos es el mismo derecho que les fue sistemáticamente denegado durante gran parte de la historia del país”

“Dos de las características definidas de los derechos morales (las otras serán expuestas más adelante) contradicen lo que hemos dicho acerca de los derechos legales. Primero, los seres humanos no creamos los derechos morales, ni tampoco podemos deshacerlos. Segundo, los derechos morales no están limitados a los ciudadanos de una nación particular, o de un momento particular. Los derechos morales (por ejemplo: nuestro derecho a la vida, a la libertad, a la integridad física) son universales e intemporales.

La creencia en los derechos morales ha estado muy presente en las democracias parlamentarias. Los autores de la Declaración de Independencia de Estados Unidos ciertamente creían en ellos. Ellos defendían que la única razón para tener un gobierno en primer lugar es el de proteger los derechos de los ciudadanos. Derechos que al ser independientes, y previos, a los derechos legales, tienen el estatus de derechos morales”.

Las nociones de deber obligación moral, no hacen referencia a castigos o sanciones, sino a la necesidad de cumplir ciertos principios o leyes universales, es decir, la noción de deber y obligación moral es entendida como la necesidad de respetar dichos principios para que se cumplan. Algo similar sucede en la física o en matemáticas; si queremos resolver ciertas ecuaciones o encontrar las respuestas a determinados problemas, debemos (en el sentido de necesidad) respetar las leyes o principios fundamentales para resolverlos.

En Villa Grimaldi se violaron los derechos humanos legales, pero además se violaron los derechos morales de las personas sometidas a la voluntad de los militares y de quienes enviaban las órdenes.

Se violaron los derechos más básicos que poseen todos los animales con capacidad de sentir; el derecho a la vida, el derecho a la libertad, el derecho a la integridad física-psíquica y el derecho a no ser tratado como propiedad. Las personas humanas que fueron detenidas en estos campos de concentración, fueron tratadas como propiedades o mediospara los fines de los militares o quienes enviaban las ordenes. Resulta lógico que en estos centros no se respetara el derecho a la vida o el derecho a la libertad, se violaba el derecho fundamental de no ser tratado como propiedad de los humanos. En otras palabras; si tú eres tratado o eres propiedad de alguien, poco te servirá tus demás derechos, todos tus demás intereses tendrán conflicto con los intereses del propietario o quien ejerce dominio sobre tu persona.

Hombres y mujeres fueron sometidos a violaciones reiteradas, descargas eléctricas, golpes en el cuerpo, entre otros daños físicos y psicológicos. Fueron utilizados como esclavos sexuales, para satisfacer los intereses sexuales de los militares. También fueron utilizados para fines políticos, la persecución fue principalmente a activistas de distintos partidos políticos o quienes se opusieran a la dictadura de Augusto Pinochet.

Las personas humanas merecen respeto porque pueden sentir, no porque sean humanos o sean de la especie humana. La sintiencia nos hace distintos de las cosas u objetos, nos hace poseer conciencia de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Tratar a alguien como objeto o medio para fines humanos, es una violación a nuestros derechos morales y una violación a la misma lógica, porque no somos medios ni cosas, somos personas.

 

Víctimas mujeres, ¿sexismo o una reivindicación desigual?

“El proyecto Jardín de las Rosas consiste en la recuperación de una rosaleda original de Villa Grimaldi, cuyo objetivo es honrar la memoria de las mujeres víctimas de violencia o represión estatal de la Dictadura Militar. Para esto se invitó a la comunidad a ser parte del proyecto amadrinando o apadrinando un rosal y ubicando una placa con el nombre de cada mujer”

Las mujeres hemos sido marginadas y oprimidas desde tiempos inmemoriales, aún existe la esclavitud de mujeres y se hacen diferencias arbitrarias con los hombres. En países con sistemas democráticos, aún existen desigualdades, como por ejemplo: las diferencias de sueldo en un mismo cargo, la inclusión de la mujer en la política, etc. Además, existe cierta predominancia en utilizar y abusar a más mujeres sometidas en dictadura, a diferencia de los hombres. Probablemente esto se deba al prejuicio sexista que aún existe en las sociedades humanas, pero en el caso concreto de Villa Grimaldi y otros campos de concentración, las violaciones a sus derechos no fueron más o menos injustas, hombres y mujeres fueron sometidos a las mismas injusticias.

La representación de las víctimas mujeres en el jardín de las rosas y su constante denuncia en la actualidad, resulta problemático y confuso, porque no se está educando o representando la injusticia en sí misma, sino que se da consideración a un determinado individuo diferenciado por el sexo. Si apelamos a la igualdad, no hay razón moral para pensar que las mujeres fueron tratadas de manera más inmoral que los hombres, sus derechos morales y su valor moral, no es algo que se pueda medir.

Las relaciones sociales de mujeres y hombres, deben basarse en la igualdad, sin privilegio ni poder de un sexo por el otro. La igualdad implica tratar de manera igual los mismos intereses, por tanto, dar más consideración moral a ciertas víctimas de una misma injusticia, supone una violación a la igualdad.

Las mujeres merecen respeto no porque sean mujeres, merecen respeto porque son personas. Individuos sintientes que valoran su propia existencia y su integridad física.

 

Identidades de las víctimas

El silenciamiento de las violaciones a los derechos humanos en dictadura, ha causado divisiones en la sociedad chilena. Es la causa que muchas familias tengan la necesidad de mostrar la identidad de sus familiares que fueron víctimas.

¿Queremos que estos sucesos no vuelvan a repetirse a través de la educación de los derechos morales o queremos mostrar la identidad de las víctimas? A mi juicio deberían hacerse ambas, pero he observado en Villa Grimaldi y en la mayoría de los museos de memoria, lo que más se habla es acerca del sufrimiento o tortura que padecieron las víctimas, además de su identificación.

Las salas de memorias pueden ser una buena herramienta para concienciar y mostrar la identidad de las víctimas que fueron ocultadas. Pero debería estar acompañado de un espacio educativo respecto a los derechos morales que tienen las personas humanas.

En conclusión, el museo Villa Grimaldi y la mayoría de los museos de memoria, tienen buenas intenciones, no existe una mala intención de crear un espacio desigual entre las víctimas mujeres y hombres, pueden cometer estos errores por desconocimiento o no se razona acerca de estas cuestiones. Pero si realmente nos importa que no se cometan las mismas injusticias que ocurrieron en dictadura, debemos educar a la sociedad chilena acerca de los derechos morales, que son inherentes y universales que poseemos todas las personas. Los derechos humanos son un tratado universal que no explica porqué las personas merecen respeto y no ser tratadas como objetos o medios para fines humanos.

La sociedad chilena debe entender que las personas tenemos derechos que son inherentes a nuestra condición de persona, sólo las personas puedan valorar sus vidas y su integridad física, aunque nadie más lo hiciera. Somos personas no porque seamos humanos, somos personas porque podemos sentir, es lo único relevante para considerar a los humanos moralmente.

Los museos de memoria tienen como finalidad educar sobre las violaciones a los derechos humanos, identificar a las víctimas y simbolizar lo que fue un centro de tortura. Esto se hace a través de espacios destinados a representar las víctimas y denunciar de alguna manera las injusticias que se cometieron. Sin embargo, lo que se educa no tiene relación a la ética en sí misma ni a la transgresión a la identidad de las personas sometidas. El sufrimiento y la tortura son injusticias, pero son consecuencias por no respetar su condición de persona, su identidad. Esto no significa que las demás personas no puedan comprender las injusticias apelando a la empatía o la información que proporcionen los guías, pero no podrá ser comprendido desde la ética en sí misma, y a mi juicio esto es fundamental, si queremos que estos sucesos no vuelvan a repetirse.

La tortura y el sufrimiento que padecieron las víctimas, fue consecuencia de no respetar su valor moral como personas, su dignidad.

 

 

 

   Autor: Nicole Sandoval Cañas

Presidenta y vocera de la organización Defensa Animal

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